Billy Eliot: La homosexualidad no se viste de mallas

Danza en Red. Publicado el 20 de Noviembre de 2013

Billy Eliot: La homosexualidad no se viste de mallas

Ya resulta un lugar común decir que a los bailarines de ballet se les ha relacionado con la homosexualidad. Este cliché fue puesto en evidencia cuando apenas despegaba este siglo por el ...

Ya resulta un lugar común decir que a los bailarines de ballet se les ha relacionado con la homosexualidad. Este cliché fue puesto en evidencia cuando apenas despegaba este siglo por el director Stephen Daldry en la película Billy Eliot, protagonizada por  Jamie Bell.

La historia se desarrolla en un barrio de inglés de clase obrera durante los años 80, en el marco de las protestas de los trabajadores mineros. William, mejor conocido como Billy, es el hijo de uno de estos huelguistas, a quien después de tener la fortuna de graduarse del colegio, lo más seguro que le corresponderá será seguir el oficio de su padre y de su hermano.

Al niño se le presenta la oportunidad de aprender ballet, gracias a una maestra muy ocurrente que encuentra la forma de atraerlo a la danza. A él, un hijo de un minero recio que en sus ratos libres tenía como hobbie el boxeo, deporte que es plenamente apoyado por su padre.

De acuerdo con este argumento, el mal que aqueja a la generalidad de las sociedades latinoamericanas también se vivía en los estratos bajos del Reino Unido, pues entre los problemas que debe superar el pequeño Billy, además de la pobreza, está el señalamiento de que es gay, lo cual atormenta enormemente a su papá y genera en la familia una situación conflictiva que alcanza a rayar en la violencia.

No es por dañarles la película a los que no la hayan visto, pero adivinen: Billy Eliot no es homosexual; simplemente es feliz bailando ballet, eso es todo o más bien mucho. El chiquillo que del ring pasó a los volantines encontró en la danza su expresión perfecta, su felicidad y su verdadero ser.

La homosexualidad no se viste de mallas, esta se puede presentar en cualquier ambiente; la inclinación sexual no tiene un vestido ni una profesión determinada. Así lo muestra este filme.
 

Ingrid C. Forero Cardozo