Bailar es una de las profesiones más maravillosas y enriquecedoras que existen, pero para ser un bailarín profesional no solo se necesita preparar el cuerpo, también la mente y las emociones.
La danza explora y trabaja la conexión que tiene el cuerpo sano con la mente y las emociones igual de saludables, por eso la psicología ha sido una de las ramas y disciplinas que más se ha encargado de fortalecer mental y emocionalmente a un bailarín ante los desafíos y obstáculos que se les presentan en este arte, según dice Ana Gutierrez en su blog “Ballet El Tratamiento Anti-ansiedad”.
Un ejemplo de esos desafíos es mantener la armonía o el equilibro de dicha conexión: Corazón, mente y cuerpo.
¿Por qué es útil la psicología para un bailarín?
Bailar exige concentración, distribución espacial, vitalidad, creatividad, motricidad y grandes dosis de emociones y expresiones. La psicología desarrolla y explora estas capacidades desde la personalidad de cada bailarín, ya que es la fuente que le da el toque diverso y distintivo a la danza (1).
Según Francisco Huneeus, psiquiatra y psicólogo de la Gestalt que trabaja en danza terapéutica, dice que para tener un reconocimiento y exploración de la personalidad, el bailarín vive sus experiencias a través de las sensaciones que le produce mover el cuerpo en el presente, las experiencias pasadas no cuentan en ese tipo de exploraciones o ejercicios ya que el bailarín con solo sentir y mover el cuerpo al ritmo de la música, puede dejar a un lado las fijaciones mentales y los miedos que tenga.
Armonía de la mente, las sensaciones y el cuerpo de un bailarín
La psicología analiza la importancia de reconocerse para hallar un equilibrio emocional que permita desarrollar todas las capacidades y condiciones que necesita un bailarín –anteriormente mencionadas-.
Si no hay reconocimiento, no hay seguridad y tampoco un bailarín podrá manejar las emociones, la estética y la sensibilización que necesita cada coreografía.
Para lograr este tipo de “exploración” es clave ejemplificar la pasión con movimientos corporales. (María Febles Elejalde; Alina Wong Carriera en la Revista Cubana de Psicología (2))
Por otro lado, -según los mismos psicólogos-, el nivel de conocimiento e intelectualidad es muy importante para cualquier tipo de danza y aunque se manejen en muchos casos movimientos y bailes de improvisación, saber de técnicas, practicarlas y tener conocimiento de historia, le da a un bailarín una fuente a la creatividad que necesita en una puesta coreográfica.
Danza y beneficios para los bailarines, aquí.
Fuente
(1) Psicodiagnóstico
(2) Pepsic.bvsalud
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