Foto tomada del libro “ABC del folklore colombiano”, de Guillermo Abadía Morales.
Son pocas las páginas que Guillermo Abadía Morales dedica a la descripción del folclor de la región insular colombiana, que corresponde a las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, ubicadas en el Mar Caribe.
De hecho, el registro que hace sobre la oralidad en esa región responde a una herencia del antiguo departamento de Panamá, que es la leyenda de Old Nancy, una historia en la que varios animales son personificados y que en el Pacífico es conocida como Anancé.
Desde Panamá llegaron también algunos ritmos que caracterizan a esta zona del país, el Calipso y el tamborito, aunque los más populares son el reggae y el mentó, procedentes de Jamaica; y el quadrille y el schottisch, de origen europeo.
Esta es la descripción que Abadía hace de los pobladores de la isla, a quienes dividió en tres grupos:
“Población raizal, de religión protestante y tradiciones anglonorteamericanas. Su ascendencia es fundamentalmente africana, con alguna influencia miskito, europea y oriental (china y javanesa).
Continentales, llamados en el lugar como pañas, son predominantemente mulatos venidos de los departamentos de Atlántico y Bolívar; los de ascendencia mestiza son en su mayoría del departamento de Caldas.
Sirio-libaneses, desplazados comúnmente desde el territorio continental colombiano, concentran un enorme poder económico y una comunidad muy cerrada”.
Fuente: “ABC del folklore colombiano”, de Guillermo Abadía Morales.
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