Se conocen tres grandes pinturas que exponen la importancia de la danza en las sociedades, tal vez, la obra más destacada es la de Henri Matisse “La Danza” pintada en 1909. Esta reposa en el Museo de Hermitage de San Petersburgo. El cuadro es una representación de cinco personas, de ambos sexos, que bailan en círculo dándose la mano. Estos personajes están desnudos y pintados con colores fuertes que significan la libertad emocional y la pasión del hedonismo.
La segunda obra, con un gran contenido histórico, es “La danza de las ninfas”, pintura creada en el año 1850 por Jean-Baptiste Camille Corot. El tema de esta obra es la alegría de la danza de las ninfas sobre hierba fresca, a la sombra de árboles frondosos y bajo el celaje un amanecer. La Danza como rito para alabar a los dioses bajo su creación natural es lo que el espectador de esta obra puede apreciar.
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