
La obra de la Compañía Residente en el Teatro insigne de los bogotanos, que se presenta en el marco del VIII Festival Danza en la Ciudad, es una invitación a reflexionar sobre todo lo que se transforma en una puesta en escena llena de fuerza, vitalidad y energía.
En El vuelo de los Peces once bailarines plantean un diálogo en el que el cuerpo es arrastrado por el "extrañamiento" y la lógica inesperada de lo onírico en la danza llevando al espectador a través de un viaje en el que se pondrá de manifiesto todo aquello capaz de transformarse, desde los distintos estados de la materia hasta los estados del ser y del propio cuerpo.
La vida, la muerte y la noción de ciclo vital devienen detonantes para la expresión orgánica del movimiento en una obra que integra la imagen del pez volador o exocétido (del griego εξω-κοιτος,exo-koitos que significa "Yacer fuera"), y que propone una metáfora sobre los instantes perecederos y los cambios constantes en los distintos planos de la existencia.
"El vuelo de los peces parte de la consigna de la transformación o de la metamorfosis, tanto del estado de la materia como del de los bailarines en escena; es una obra que indaga en ese proceso de tránsito que sufren todas las cosas en la vida", señala Vivían Núñez directora y coreógrafa de la compañía destacando que durante el proceso de creación se construyó, con cada uno de los bailarines, un tejido que después se puso en diálogo con el tejido grupal y con el tejido escénico del montaje. Así El vuelo de los peces es un montaje que rescata la particularidad de cada bailarín en un proceso que logra sacar lo mejor de sus universos individuales y de sus posibilidades creativas para crear una imponente coreografía en la que lo onírico también está presente.
"Mi inquietud principal era explorar la lógica que tienen los sueños, que es una lógica que obedece a un orden casi ilógico pero que nos interesaba explorar, tanto en la composición coreográfica, como en el tejido dramatúrgico", anota Núñez explicando que El vuelo de los peces explora muchas de esas cosas que nos atraviesan a todos, que son inevitables y perecederas y a las que todos estamos sometidos y enfrentados solo por el hecho de estar vivos.
"El vuelo de los peces, es también una reflexión sobre la fuerza del ser humano, es una obra que tiene una gran fuerza simbólica, con una espectacular escenografía en la que un grupo de bailarines viscerales y potentes dejan el corazón", señaló de su parte Lina Gaviria Gerente de Danza del Idartes.
La Compañía de Danza Residente en el Teatro Jorge Eliécer Gaitán es un programa de la Gerencia de Danza del Instituto Distrital de las Artes, Idartes y el Teatro Jorge Eliécer Gaitán gracias al cual doce bailarines, una coreógrafa y un equipo creativo y académico, tienen la posibilidad de desarrollar proyectos basados en prácticas contemporáneas de creación coreográfica.
Fuente: www.idartes.gov.co
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